La primavera nos está dejando, fiel al refranero «marzo ventoso y abril lluvioso, hacen a mayo florido y hermoso» una explosión de flores silvestres. En los campos de barbecho que aún no se han arado y en algunos con siembra, la cantidad de amapolas, margaritas, cardos, chupamieles y demás flora silvestre, te dejan extasiado cuando tienes el suficiente tiempo para pararte a contemplar.
La pequeña muestra que traigo corresponde a un espacio de siembra en barbecho de la localidad de Mocejón… si tengo tiempo (y algún/a modelo dispuesto/a) me encantaría acercarme a una zona repleta de amapolas próxima a Bargas.
