En nuestra segunda visita a Bruselas, dadas las visitas que ya habíamos hecho a otras ciudades belgas, decidimos hacer una rapidísima excursión a Amsterdam en Holanda. La ciudad «olía» a lo que todos nos esperamos.
Lo cierto es que, aún no siendo ninguna ciudad española, parecía que lo fuera… tenía todas las calles levantadas por reformas y, a parte de un agradable paseo, poco más pudimos hacer.