Un año más mi cámara ha realizado un pequeño recorrido por los rincones toledanos habituales y su alumbrado navideño. Si con algo me quedo este año, como novedad, es la retirada de los puentes de las guirnaldas y la colocación, en su lugar, de árboles luminosos. Puede que haya quien prefiriera las guirnaldas, pero en mi opinión son muchísimo más ornamentales y menos «molestas» para la vista las luminarias elegidas este año.
Me han faltado por fotografiar los conos navideños de Bisagra y el de la rotonda de «El Lucero»… supongo que se llama así porque ha sido el nombre encontrado en todos los mapas virtuales. Curioso porque prácticamente nadie, especialmente de las nuevas generaciones, recuerda el bar que había en la esquina hacia General Villalba con dicho nombre 😉
A destacar, por la carga emocional que para mí conlleva, la fotografía del espartero en la Plaza del Ayuntamiento que dedico a mi abuelo materno allá donde esté.
Falleció cuando yo tenía unos 8 ~ 10 años…. pero fue ver a este espartero ayer en la Plaza del Ayuntamiento y venir a mi memoria tantos y tantos recuerdos. Las tardes de verano, ahora me arrepiento de que no fueran más, allí en el pueblo de mi madre (Albarreal de Tajo), mi abuelo sentado unas veces en el poyo de la puerta y otras en una silla baja, pero siempre al fresco, con su haz de esparto bajo el brazo y tejiendo las tiras de esparto que luego darían forma a las alfombras, las fundas de las damajuanas, los serijos, etc., etc.
En el breve ratito que pude hablar con el espartero, por cierto no tuve ni la delicadeza de preguntarle el nombre ¡qué falta de educación la mía!, el me preguntaba que porqué no había aprendido… la verdad es que son escusas, pero mi abuelo se fue muy pronto (soy el mayor de sus nietos, y a muchos no les llegó a conocer) y con aquella edad no tenía la iniciativa suficiente para pedirle que me enseñara.