Hoy ha tocado una ruta por las inmediaciones de Santa María de Melque. Se ha planificado siguiendo una ruta encontrada en Wikiloc, y creo que va a ser de las últimas de esta guisa. La ruta tenía ya sus buenos 11 años y no sé si por efectos de «Filomena» o porque no es una ruta transitada, ha supuesto un esfuerzo algo más fuerte de lo esperado.
No había senda prácticamente en ningún sitio, hemos tenido que seguir el track esquivando árboles caídos, e imaginando las más de las veces por dónde podría discurrir la senda. Aún así la experiencia, como siempre, muy agradable y, sobre todo, fortalecedora para las próximas rutas que vendrán.
En cualquier caso la compañía enriquecedora y aguantando tralla como jabatos… caídas incluidas. Y, para ser sincero, en algún momento he tenido miedo del posible resultado de las mismas. Cuando ha caído Ana, el susto ha sido tremendo… pensé que se había hecho algo más. Y las veces que he caído yo, bueno pues ha sido una suerte o una agilidad «in extremis» para esquivar la piedra que venía directa a mi cara/cabeza… ¿o era al revés? 😀
Fotos, pocas… no había opción para sacar la cámara. Con el móvil las que he podido, así que comparto alguna de Luis Felipe, compañero de ruta, que nos ha inmortalizado (las fotos están marcadas con su nombre).
Después de la «pequeña ruta», por corta que no por intensidad como se puede ver en alguna de las fotos de Luis Felipe y en el perfil de la misma, hemos disfrutado de una magnífica comida (creo que bien ganada) a base de Quiche de Verduras, Empanadas Caseras de Pollo al Curry y Tortilla de Patatas con Espárragos Silvestres, acompañado de un rico pan de semillas y regado con cervezas y vino… ¿acaso la felicidad no está en los pequeños placeres?

No satisfechos con lo caminado por la mañana nos hemos acercado al Puente Canasta, restos romanos de un puente que cruzaba el arroyo del Torcón. Hoy con muy poco cauce debido al control que sobre el mismo se establece en los embalses Torcón I y Torcón II.
Ya para concluir visita al embalse Torcón II y después café y copa… aunque de ese momento no hay más testimonio que las risas y anécdotas con las marcas de ginebra que permitieron quedar como un gran entendido en ginebras a uno de nosotros 😀

Y como estaba empeñado en que lloviera… aunque el resto no lo ha visto, cuando llegaba a casa me he encontrado con ésta maravilla producto de la luz al filtrase por las gotas de agua cayendo, que genera un efecto prisma (refacción de la luz).
